En un partido no apto para cardíacos, Argentina se convirtió en el nuevo campeón del mundo tras 36 años de sequía.
Los gauchos igualaron 3-3 con Francia a los largo de los 120 minutos y tuvieron que acudir a los tiros desde el punto penal. Allí fueron más acertados y sellaron un 4-2 con el que se convirtieron en los reyes del mundo.
En todos los rincones de Argentina se prendió la fiesta por este tercer título Mundial.