Sin jugar su mejor partido, Millonarios derrotó 1-0 a Santa Fe y con sus 33 puntos aseguró su boleto a la fiesta de los ocho.
Los Azules se fueron arriba con un polémico penal que solo vio el árbitro Wilmar Roldán y la gente del VAR.
La jugada del penal es muy dudosa pero a nadie le extrañó la decisión del juez quien hace diez años que era fiel seguidor del equipo Azul.
Lo absurdo es que conociendo ese impedimento ético, la Dimayor insista en designarlo para partidos de Millonarios.