Parece que fue ayer cuando César Luis Menotti se proclamó campeón del mundo con la Selección Argentina en 1978.
Era la primera corona orbital para los argentinos que también por primera vez eran los anfitriones del certamen.
Era la época de la dictadura en Argentina, tiempos de represión y barbarie y ese título del mundo apareció como un bálsamo y gloria en medio de tanta oscuridad.
En el banquillo técnico estaba un flaco desgarbado de 39 años llamado César Luis Menotti.
El elegido por el destino para llevar a la gloria mundial a ese puñado de figuras entre las que se destacaba Mario Alberto Kempes, Daniel Pasarella y Leopoldo Luque, entre otros.
Trayectoria
En sus tiempos de jugador se destacó por ser un volante habilidoso que debutó en Rosario Central en 1960, luego pasó por escuadras como Racing, Boca, New York, Santos y Juventus de Brasil.
Su carrera como entrenador comenzó en 1970 en Newell’s, luego pasó por Huracán, Barcelona, Boca, Atlético, River y Peñarol, entre otros.
Asumió el gran reto de la Selección Argentina y no falló, le entregó el mejor de los regalos a los argentinos.
Frases del flaco
Menotti era un filósofo del fútbol y lanzó miles de frases célebres a lo largo de su vida. Recordamos dos de ellas:
“Hay un fútbol de izquierda y otro de derecha. Un fútbol comprometido con la gente, de orgullo de pertenencia. Todo eso que pregono me suena más a la izquierda que a la derecha. Después hay otro fútbol, al que no le importa la gente, solamente el resultado”.
“El éxito es como llegar al borde del abismo, si damos un paso más desaparecemos, si damos un paso atrás podemos llegar a la gloria. Nadie garantiza que el éxito nos puede salvar”.