Por Javier Chaves.
La salida del técnico Efraín Juárez de Atlético Nacional demostró una vez más el manejo macondiano que muchas veces se le da a los equipos de fútbol en Colombia.
La situación está clara, el estratega mexicano se fue porque le estaban armando el equipo a su espalda.
Se fueron jugadores y llegaron otros sin su consentimiento y eso obviamente molesta a cualquiera.
Si Juárez era el técnico, era obvio que era el responsable de la plantilla y no se entiende porque lo ningunearon de tal manera.
Cualquier profesional que se respete haría lo mismo que Juárez. Si sencillamente lo tratan como un cero a la izquierda o lo ignoran a la hora de tomar decisiones, lo mejor es dar un paso al costado.
Nacional manoseó de la peor manera al mexicano y si continúan con esa política de manoseo cualquier estratega se va aburrir.
Y es que ningún técnico o profesional respetable va a tolerar sentirse pintado en la pared.